No, la Navidad no es una época que le guste a todo el mundo. Existen ciertos compromisos familiares que, dependiendo de la dinámica que se dé en este, pueden ser algo incómodos.
Si bien es cierto que los compromisos familiares es algo implícito en estas fechas, también la sensación de soledad se acentúa más. Por ello, he querido escribir este artículo con todo el mimo posible para aquellas personas que esta época del año les sea más difícil.
En Navidad no estás obligado a…
Y vayamos al grano de todo esto. Hay muchas costumbres en las que quizá te sientas obligado a hacer y/o cumplir, pero te digo algo: para nada estás obligado a hacer algo que no quieres o que tu mismo sabes que lo vas a pasar mal. En cualquier caso puedes decidir y ver si merece o no la pena.
Aviso: aquellas personas que lean este post y tomen algunos de estos apartados al pie de la letra, puede que desde fuera puedas parecer un poco más el Grinch. En cualquier caso, repitamos: en Navidad no estás obligado a nada, y a la misma vez puedes elegir hacer aquello que quieras o no quieras hacer al servicio de algo importante (si para ti lo es).
Empecemos.
1. Responder a preguntas incómodas
De las preguntas incómodas seguramente no te libres en las reuniones de Navidad. Dependiendo de la respuesta que des, observa qué quieres conseguir respondiendo ante tales y cómo quieres que afecte a la relación con la persona.
Un simple «prefiero no hablar de ese tema en la mesa, mejor cambiemos de tema», puede estar bien y es una frase que puede servir de forma general. Por lo contrario, ponerse borde o justificar respuestas y dar explicaciones, no suele salir muy bien.
2. Planes en familia
Este punto puede ser bastante polémico. Si bien en la coyuntura social en Navidad las familias se reúnen, también es importante respetar nuestros espacios y nuestros tiempos si la dinámica familiar nos genera malestar.
Los momentos de soledad deseada son importantes, y tales momentos puede que a veces no sean compatibles con las necesidades de otras personas. Actúa de acuerdo a tus valores y anticipa consecuencias de sea cual sea la decisión que tomes.
3. Y si los planes en Navidad fueran en soledad
No se a ciencia cierta cuales pueden ser las circunstancias de quien lea esto. Puede estamos en una ciudad muy lejos de nuestra familia como para poder reunirnos, puede que acercarnos a nuestra familia sea algo aversivo dependiendo de los acontecimientos o de la historia familiar, o puede, directamente que hayamos sufrido pérdidas y echemos de menos a personas que hayamos querido mucho.
Recuerda que puedes pasar la Navidad en soledad y a la vez disfrutarlas como tengan que ser. Explorar los recursos que ofrece la comunidad puede ayudarte a conectar y contribuir con personas desfavorecidas, como es por ejemplo los albergues y los comedores sociales. Además, existen refugios de animalitos sin hogar que pueden también necesitar tu ayuda.
Elaborar planes que te ayudan a regular tu estado de ánimo y que te permitan también ubicarte. Darte cuenta que eres una persona que puedes contribuir que el mundo sea un poquito más amable.
4. Hacer regalos caros.
Lo voy a escribir así de simple: tu valía o «queridibilidad» en Navidad no es proporcional al número de billetes que salgan de tu cartera. Existen regalos que puedes hacer a mano y que su valor simbólico será incalculable para la persona que se lo regales.
Puede ser también regalos artesanales del comercio local y que seguramente aportes un granito de arena a que esas personas prosperen y puedan vivir de su negocio, además de dignificar lo que ellos sepan hacer. Seguramente si estás bajo el compromiso de hacer regalos tengamos que guardar esta frase como mantra: «En Navidad, no estoy obligado a hacer regalos caros».
En Navidad no estás obligado a algo que no quieras
Eres humano, la vida pasa y te pasa (unas épocas mejor, y otras no tantas). Hay años en los que podemos echar de menos a ciertas personas, o haber sufrido pérdidas. No estás obligado a estar alegre, contento, o cualquier cosa que estas fechas te estén pidiendo.
Toma tu tiempo, observa en las circunstancias en las que te encuentras y verifica los hechos de tu situación. En cualquier caso, si necesitas ayuda psicológica, recuerda que puedes encontrarme en Leticia Aguilar Psicología en formato presencial en la ciudad de Marbella, o en formato online donde quiera que estés.