Trastorno obsesivo – compulsivo (TOC)

El trastorno obsesivo – compulsivo (TOC) se caracteriza por la presencia de obsesiones además de comportamientos encauzados para el alivio de tales obsesiones, lo que denominamos como compulsiones.

Las obsesiones pueden aparecer en forma de pensamientos, impulsos, imágenes y que suelen aparecer de forma permanente de manera intrusiva. En el caso de las compulsiones, estas se caracterizan por comportamientos o actos mentales en respuesta de las obsesiones.

La calidad de vida de la persona se ve afectada. No tanto por el contenido de las obsesiones sino por los intentos de eliminar o aliviar tales de manera compulsiva, haciendo que la persona emplee gran parte de su tiempo luchando contra sus propias obsesiones y permaneciendo menos presente en su vida y en su contexto.

El trastorno obsesivo – compulsivo (TOC) se caracteriza por la presencia de obsesiones además de comportamientos encauzados para el alivio de tales obsesiones, lo que denominamos como compulsiones.

Las obsesiones pueden aparecer en forma de pensamientos, impulsos, imágenes y que suelen aparecer de forma permanente de manera intrusiva. En el caso de las compulsiones, estas se caracterizan por comportamientos o actos mentales en respuesta de las obsesiones.

La calidad de vida de la persona se ve afectada. No tanto por el contenido de las obsesiones sino por los intentos de eliminar o aliviar tales de manera compulsiva, haciendo que la persona emplee gran parte de su tiempo luchando contra sus propias obsesiones y permaneciendo menos presente en su vida y en su contexto.

Duelo y pérdidas

Se entiende por duelo a las reacciones que se producen tras una pérdida. Los duelos son transiciones necesarias y en algunos casos se necesita acompañamiento y apoyo psicológico para abordar los cambios que acontecen.

Muchas veces confundimos el duelo con la muerte de un ser querido pero lo cierto es que podemos atravesar un proceso de duelo tras una ruptura sentimental, un divorcio, la pérdida de salud, migraciones, etc.

En procesos de duelo podemos encontrarnos un amplio abanico de sensaciones fisiológicas, reacciones emocionales y patrones comportamentales. De ellas, pueden ser características las siguientes:

  • Tristeza
  • Ira
  • Culpa y remordimiento
  • Alivio
  • Sensación de soledad
  • Fatiga y cansancio
  • Confusión
  • Incredulidad
  • Insomnio
  • Falta de energía
  • Trastornos del sueño,
  • Etc

El duelo no es una enfermedad, sino una transición necesaria. El punto al que derivamos con esto es que a veces, dependiendo de las circunstancias que rodean a la persona y de la importancia del objeto de pérdida, esta transición puede ser algo más soluble. El problema puede derivarse en situaciones de alta carga emocional donde los recursos disponibles para entrar en este tipo de transiciones sean percibidos como escasos. En estos casos, la ayuda puede ser necesaria para prevenir otro tipo de patologías derivadas del proceso de duelo.

Especialista en terapias contextuales, dificultades interpersonales y en duelo

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